Cada año más de 115 millones de animales son sometidos a
experimentación con el supuesto fin de beneficiar a seres humanos. Ello incluye
prácticas tales como obligarles a inhalar gases tóxicos, aplicarles sustancias
corrosivas en piel y ojos, infectarles con VIH o extirparles parte del cerebro.
Solemos asociar dicha experimentación a esfuerzos por aumentar la calidad y duración de vidas humanas. Sin embargo, como se verá, este no es el objetivo perseguido en la mayoría de los casos.
Solemos asociar dicha experimentación a esfuerzos por aumentar la calidad y duración de vidas humanas. Sin embargo, como se verá, este no es el objetivo perseguido en la mayoría de los casos.
Los experimentos realizados en animales no tienen finalidad
biomédica, es decir, no buscan obtener mejoras en la salud humana. En algunos
casos se trata de pruebas de impacto medioambiental de productos químicos. En
otras ocasiones de investigación militar, seguridad de productos del
hogar o cosméticos. Estos últimos incluyen la irritación de la piel o los ojos,
sensibilización, provocan alergias, toxicidad, mutagenicidad, defectos de
nacimiento, carcinogenicidad, etc.
La mayoría de estas pruebas producen dolor físico y
psicológico intenso en ellos. En 2007 más de 77,000 animales fueron utilizados
en una dolorosa investigación sin proporcionarles ningún alivio para el dolor y
este número no incluye a ratones, ratas o pájaros, quienes no reciben
protección legal de la Ley del Bienestar Animal. El proyecto de ley 18298 o Ley
de Bienestar de los Animales de Costa Rica busca crear un marco jurídico de
protección a los animales y que castiga penalmente la crueldad animal, la
zoofilia, las peleas de animales y otras actividades similares. Fue aprobada el
11 de junio, por Luis Guillermo Solís.
Esta no es la primera, ya que remontándonos hacia 1822, se promulgó la ley de protección de los animales en el parlamento británico, seguida en 1876 por el "Acta de la crueldad hacia los animales", cuyo objetivo específico era regular la experimentación con animales. Esta fue promovida por Charles Darwin.
Esta no es la primera, ya que remontándonos hacia 1822, se promulgó la ley de protección de los animales en el parlamento británico, seguida en 1876 por el "Acta de la crueldad hacia los animales", cuyo objetivo específico era regular la experimentación con animales. Esta fue promovida por Charles Darwin.
En mi opinión, no tenemos en cuenta el daño que se les
produce a los animales con estos experimentos, o simplemente lo damos una menor
importancia ya que no pertenecen a la especie humana. Deberían abolir la experimentación con
animales para fabricar productos de limpieza o cosméticos, como es el caso de la Unión Europea y la India.
Numerosos médicos afirman que estas prácticas son para
conocer mejor su anatomía y fisología, pero creo que las pruebas no deberían
ser tan crueles. Investigando sobre el tema, he encontrado un claro ejemplo que
demuestra el dolor severo que causan dichas pruebas: el examen de Draize. Los investigadores colocan químicos directamente en los
ojos de los animales, utilizan instrumentos para mantener abiertos sus ojos y
refrenan sus cabezas en grupos. Una vez que se completa la prueba, que puede tomar varios días, matan a los animales para estudiar sus órganos.
Creo que si el objetivo de dicho producto o fármaco no
supone una cura de una dolencia grave, se debería utilizar otro método para
verificar su funcionamiento. De hecho, la mayoría de facultades de medicina de
EEUU han sustituido la utilización de animales vivos en fisiología,
farmacología y entrenamiento quirúrgico por métodos de aprendizaje sin
animales: desde la observación directa de cirugía sobre pacientes humanos, a
los simuladores de pacientes, la utilización de cadáveres donados a tal efecto,
sofisticados programas de ordenador, muñecos o modelos especiales para
aprendizaje, etc.
Por otra parte, a pesar de la similitud genética entre organismos de distintas especies a la nuestra, no existe la garantía de que estos productos puedan comercializarse para seres humanos. De hecho, en Estados Unidos, el 96% de los fármacos que pasaron con éxito ensayos con animales fallaron en los ensayos con seres humanos, por ineficaces
Por otra parte, a pesar de la similitud genética entre organismos de distintas especies a la nuestra, no existe la garantía de que estos productos puedan comercializarse para seres humanos. De hecho, en Estados Unidos, el 96% de los fármacos que pasaron con éxito ensayos con animales fallaron en los ensayos con seres humanos, por ineficaces
Este tema levanta una gran polémica en la sociedad, ya que
debemos comparar el sufrimiento y la muerte que se causa a los animales con el
beneficio que obtenemos los seres humanos en el caso de que la investigación
tenga éxito.
Podéis encontrar las fuentes utilizadas en mi Symbaloo
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