En la entrada anterior comentaba el tema de las externalidades y sus posibles soluciones. La contaminación es uno de los principales problemas que solemos pensar en cuanto a la repercusión de las fábricas en el medio ambiente. La mayoría de los ciudadanos percibimos este carácter como un problema de forma global. Numerosas fábricas e industrias emiten gases perjudiciales, lo que repercute negativamente sobre las temperaturas de nuestro planeta y sobre nuestra salud y la de diversas especies. Una opción para que estas tomen más conciencia sería abonando impuestos dependiendo del nivel de residuos que expulsen al exterior y del volumen de agua que utilicen para emitir energía.
Pero, al pensar en contaminación, no solo se nos vienen a la mente industrias y fábricas, también pensamos, por ejemplo, en el transporte. Según una página que he encontrado, el 30% de las emisiones de nuestros vehículos son gases de efecto invernadero.Estos ya existen de forma natural en la atmósfera para regular la temperatura de la tierra, pero el aumento de los mismos provoca nocivas consecuencias,siendo el el CO2 el que más contribuye al cambio climático. Este nocivo gas supone un 80% de las emisiones totales.
Para reducirla creo que se debería determinar unas zonas en las que solo se permita la circulación de medios de transporte público, como autobuses, bicicletas, etc. de esta manera reduciríamos la cantidad de gases emitidos a la atmósfera. También, en relación a esto último, bajaría sus precios, de esta manera sería más utilizado y económico para la ciudadanía. Además, cuando el tráfico sea mayor, aumentaría el costo de los aparcamientos, para así coger otro medio de transporte y daría facilidades para obtener un vehículo eléctrico, además de construir más carril bicis en las ciudades.
Para ello,entró en vigor el 2 de enero de 2011 la ley anti tabaco, cuyas medidas de mayor repercusión social son la extensión de la prohibición de fumar a cualquier tipo espacio de uso colectivo, local abierto al público, que no esté al aire libre, con una única excepción otorgada a centros de internamiento penitenciario y psiquiátrico y en zonas y habitaciones delimitadas en centros residenciales de mayores.
En mi opinión, acertaron de pleno con esta ley. Además yo aumentaría su costo de manera que no sea rentable para las familias. También, se debería reducir al máximo su publicidad y hablar más sobre estos temas en colegios e institutos para concienciar a la juventud de sus consecuencias.
Aquí tenéis mis fuentes, que también podéis encontrarlas en mi carpeta de Symbaloo
de las externalidades:
de las externalidades:
Página de la OMS
Página de la ley anti tabaco
Página sobre los efectos de las emisiones de los vehículos
Página de la ley anti tabaco
Página sobre los efectos de las emisiones de los vehículos
No hay comentarios:
Publicar un comentario